La terapia familiar puede ayudar a los miembros de la familia a mejorar la comunicación y resolver conflictos. No se trata de cambios individuales sino cambios en la dinámica familiar modificando las interacciones entre los miembros de la familia frente a ciertas dificultades que se instalan, agravan y perpetúan en el tiempo.

Sabemos que para ser padres no hay recetas ni manuales que indiquen un camino a seguir. Por eso proponemos un lugar de escucha para crear nuevas herramientas cuando no encontramos cuáles utilizar o cuando las que hasta entonces había, ya no funcionan.
Atendemos a padres que consultan a partir de la dificultad para poner límites, frente a problemas de comunicación de la familia, o incluso ante desacuerdos de la pareja en las decisiones de crianza.

Realizamos evaluaciones acerca del estado psicológico actual o de aspectos de la personalidad del consultante. Para ello contamos con un amplio conjunto de técnicas oportunamente elegidas en función de la persona y el motivo de consulta. Se desarrolla en un período de tres a cinco encuentros aproximadamente.